martes, 6 de junio de 2017

Aquí, Allí...Más Allá.

Más Allá... habita la Verdad. Entre las paradojas y lo no del todo inexplicable.
Justo allí donde no hay un allí y cada teoría de nuestra reverenciada reina razón se desdeña por analfabeta. Sólo salva en esa orilla contemplar, guardar silencio y desde la sencilla húmeda humildad fundirse con la Poesía del Misterio... para nacer verso eterno.


Sólo salva entonces morirte de miedo... para vivir de veras. Puro éxtasis fugaz. Miga del Banquete Divino que nos seduce y arroba. Como ese sutil regalo que recibimos por ser buenos vivos buscadores valientes.


No es fácil llegar allá. Pero aún queda lo más duro: el regreso.
Encontrar de nuevo esta patria tan tuya... donde habitan lo aprendido y sus supuestos. Volver al hechizo de lo común y la magia de los siete sentidos. Morir viviendo a aquel cristal que creías absoluto y descubres solo reflejo. Reflejo real y engaño de espejos. Saber que todo es arco iris, mínima mota de polvo, Experimento sagrado que flota en el Universo. Toca ser de nuevo Ser Humano.


Nos sabemos a la vuelta viajeros efímeros e infinitos, crisol de carne y trascendencia, alambique de Dioses, ruleta Fuente que da vida a todo, río que se bifurca y navegamos al tiempo, peces de Luz, corrientes de pena...nómadas solitarios unidos por completo a la Totalidad. Nada es ya lo mismo porque en aquellos territorios supimos ciertamente... que esa Nada es todo y viceversa.


Caminar, respirar, trabajar, hacer el amor, enamorarse, sufrir, encontrarnos, escribir, ser engañados, engañar, caer en el olvido, crear belleza...morir. Saberse aprendices de teorías esenciales que son llave maestra sólo si logramos olvidarlas en el momento del Vuelo final. Exiliados temporales que sueñan el salto de la frontera para Despertar libres al otro lado. Flores de acantilado.

Sólo los poetas y algunos filósofos aventajados, sólo siempre los místicos, pueden jugar a dibujar el Paraíso. Y nosotros embobados y absortos seguimos su dedo mientras nos muestran la Luna. Con suerte...en un despiste glorioso enfocamos la Verdad última señalada y sonreímos satisfechos, viviendo ya para siempre en ese espejo circular que se hace de Encuentro entre lo que Trasciende y y esto que somos.


Desde lo humano la pena a menudo puede pedir paso y es muy normal, casi diría que hasta sano. Hay una tristeza que nos pertenece por derecho y debemos escucharla. Pero al tiempo vislumbrar que es sólo eco que siempre nos devuelve a la Felicidad Original.


Aprendemos a mirar para poder Ver. Ver Más Allá. Al otro lado de ninguna parte y todas. Entre la Cabeza y el Corazón. Paso a paso sobre el infinito.

Soy solo un sueño que se escribe...y al tiempo habita tras tus párpados. La fina línea viva que nos enlaza. Este instante de sutil Unión. Soy quien Honra tu mirada y te ofrezco mi Sonrisa del Alma, reguero de esperanza, nube que envuelve y penetra.
Despleguemos pues Las Alas del Alba para poner punto a esta aventura.

Más Allá de mis palabras, mucho Más Allá....escucha que cuenta tu Silencio.