De
pronto uno escribe algo y se sorprende: Es Bello lo recién nacido.
Uno
se pregunta entonces ¿ Quién ha escrito esto que tan nuevo y
estético me resulta? Y si he sido yo... de qué me admiro entonces.
¡ Acaso me soy ajeno ¡
Llevaba
mi mano otro guía distinto a mi ego.
Tal
vez mejor expresada la cuestión esencial sería: cuánto hay de
creación personal y cuánto de persona que expresa a la Creación.
¿Podemos
acariciar la sombra de los Dioses?
La
lúcida reflexión sólo nos refleja un dilema: ¿ Dónde nace
finalmente lo más lindo que sale de nosotros?
Si
yo, como realidad separada, no era consciente de lo que estaba
pariendo y sin conocerlo lo doy a la luz. Tal vez sea La Luz la que
se da a mi través y a mí solo me reste sonreír ante esa suma
celeste. Regalo de lo Divino. A menudo uno no ha querido decir
nada...sino que todo se ha manifestado a través de uno. Quit´monos
de en medio.
Sí
es cierto y yo lo sé que he percutido esas teclas, fui yo quien
emborronó aquel cuaderno rayado, nadie puede hacerme dudar de mi
aparente autoría; pero miremos curiosos detrás del espejo: ¿me
pertenece realmente el origen último y primero de esta frase?... O
ha brotado de algún misterioso vacío y yo he sido solo puente para
hacerse palpable y material.
Soy
activo creador o pasivo canal de Creación.
Tal
vez sea sólo el sueño de algo que despierta a través de mí.
Es
lindo si Amas lo Trascendente saberte servicial escribano de sus
laberintos. Es frustrante si sobreamas tu ego reconocerte totalmente
prescindible para cualquier creación.
En
cualquier caso aún podemos volar más allá y escarbar en lo
esencial. Jugar a desvestir lo Secreto. Se me antoja central desde
ahí que la clave no es quién hace nada...sino lo hecho en sí. Eso
que mueve las entrañas y nos convoca a todos en un mismo lugar
distinto. Más allá de los poetas, los poemas y la poesía importa
lo que sientes al leer palabras reunidas.
Por
encima de los nombres las emociones. Por encima de los creadores la
Creación. Mucho más allá de las biografias particulares...los
comunes sentimientos humanos, tan repetidos y nuevos al tiempo.
No
fui yo quién hizo nada...no fue aquel pensador insigne que pasó a
la historia quien parió aquella idea...Ningún humano fue inventor
por si mismo de artefacto alguno...jamás el artista pasa de ser
servicial mediador entre lo inmanifestado y la materia. Sus manos
acarician lo Bello hasta hacerlo belleza. Y nada más...y nada menos.
Sonrío
satisfecho. Creo la Creación que me recrea. Me sumerjo entre
palabras y nado entre ideas...me quedo empapado de este intento de ir
más allá del vacío falto de sentido. Soy así...Humano y Ser al
tiempo.
Seguiremos
volando en paralelo hasta que nos juntemos, o tal vez Volemos juntos
hasta que lo hagamos en paralelo.
