lunes, 26 de abril de 2021

Acariciando el Aire

 


He aprendido a acariciar el aire… excavo con mimo su lado más oculto.

Soy capaz de rescatar la historia de la humedad de las piedras de la esquina que tuerce hacia cualquier casa. Auriga del misterio.


Muchas noches solo, con el único beso de una estrella entre las tejas tristes de otra noche. Muchas anhelando esa corteza que tiembla tejida con silencios sin sombra o pies alados en esbozo de infancia.


Soy falso en realidad. Un óxido dulce encallado.


El fuego de mi alma es ahora femenino... similar a las flores del hogar de tu Venus.


Me afirmo Cielo y Naturaleza, fértil místico simio masticando lo mediocre hasta decantarlo entre el abismo y lo tribal, aquello espeso o esa bala que abre y esparce.


He llegado a tiempo a los tambores del alma, al puerto del perfume de los amantes, a esa edad azul de los siete secretos insomnes.


Hay un temblor de plata en todo lo inexplicable.


Voy desnudando sin apuro mi retrato.


¿Y tú?