Anhelo
jugar a oírte....entre el asombro y la oportunidad.
Cuando
cada célula me absorbe el milagro de tu música
y
éste corazón es vientre
para
dar a luz ecos en tu cuerpo.
Te
veo más allá de mis párpados cerrados
solo
si el cansancio se me instala
en
el iris de lo ordinario.
No
soy más que tu mirar deformado fracturando la Luz.
Y
es dulce entonces tocarte,
recorrer
con mis manos tu memoria de mapa.
Introducirme
en los huecos que el vacío te deja ocupar...
rodeada
de aire...y de mi.
Aún
así...sigo sin saber a qué sabes.
Tu
ser real...tan similar a mi verbo viejo.
Con
ese gusto tan tuyo a mi.
como
de agua de fuego... o efímera luz azul.
Hueles
a pan y lluvia, a tarde y prisa y poesía.
Al
tobogán relajado que no se pierde una historia,
desde
tu huella vital a mi anarquía medida.
Flor
abierta.
Y
no soy yo quien te escribe esto
o
tal vez sea un reflejo de mi...
la
patria precisa y falsa
a
la que accedo sin pedirlo. Común destierro.
Aún
me queda un último equilibrio.
Descubrir
cómo brota el milagro y la sorpresa...
tendido
entre la Magia y lo finito.
Sin
nombre ya...
ni siquiera tu memoria.
Solo. Todo.
Quiero.
Sí.
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