Durante
mucho tiempo, mi ego niño creyó que la gente iba a verme porque le
caía bien, por que no estuviera solo, por apoyarme... incluso por
lástima.
Algunos
acudía a mi espectáculo o espejo o escaparate porque buscaban
conseguir algo de mi, más allá de lo que hacía en ese trabajo...y
la verdad eso me hacía estar en deuda. Preocupado de atenderlos y
devolver su favor. Atrapado en el lazo de ese amor condicionado.
Esclavo de sus deseos.
Ahora
ya, adulto y responsable, siento que claro que habrá un poco de eso
aún, flotando en el aire por la relación previa creada entre
nosotros. Y es inevitable. Pero fundamentalmente quiero que quien
vaya sea porque hay algo más grande que lo convoca allí, mucho más
importante que yo o sus propios intereses. Porque verse a mi través
los haga especialmente bellos y Felices. Conectando con un rincón de
sí mismos potente y olvidado. Tal vez hay quien vaya porque se ríe
o llora o siente conmigo, porque se llena de más vida con lo que
hago y digo y callo. Porque mis rimas o letras o cantos rocían de
Amor su alma y encienden la llama de lo Real.
No
hay hueco para un ir que no tenga que ver con lo que hago y provoco y
Soy. Abstenerse intenciones ocultas.
Las
contraprestaciones al margen de mi trabajo no tienen sentido y
terminan generando tensiones. Cualquier visita interesada mata la
Verdad y lo Auténtico. Asesinan la primavera y lo puro. Dejémoslas
fuera de nuestras existencias.
Vuela
o no; pero por el hecho de hacerlo. Jamás porque llegarás a este u
otro nido. De tal o cual manera.
Practiquemos
el olvido del cálculo de intereses. Bailemos con nosotros mismos al
borde del abismo de la Nada más fecunda.
Seamos....
sin voluntades aviesas.
Para mi ir a verte es sólo dejarme ir con lo que soy, con lo que somos, por el ahora, por el momento idílico que creas...que creamos, fuera hay mundo externo, contigo, juntos, con nosotros, está el interior más profundo, desde el alma, desde el Ser...te amo lindo amigo.
ResponderEliminarLa Crispy